Dios quiere que florezcamos. De hecho, se deleita en nuestro florecimiento. La vida no siempre es divertida, pero en Cristo siempre puede ser fructífera.
En Persiguiendo la vid, Beth nos muestra en las Escrituras cómo todas las preocupaciones de la vida, las delicias y las pruebas, son importantes para Dios. Lo usa todo para ayudarnos a florecer y a ser fructíferos. Nada es en vano. Usando como enfoque la enseñanza transformadora de Cristo sobre la vid y las ramas en Juan 15, Beth nos da una vista panorámica de lo que dice la Biblia sobre la vid, los viñedos, el viticultor y el fruto.
Acompaña a Beth en un viaje por toda la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis, para descubrir por qué la fecundidad es tan importante para Dios y cómo cualquier cosa que nos suceda puede ser usado para Su gloria y nuestro florecimiento.
Créelo: tu vida es importante y puede ser inmensamente fructífera. Comencemos persiguiendo esa vid.